Durante el terremoto del año 67, Santa Capilla sufrió severos daños. Francisco De La Villa fue el encargado de reconstruir la mampostería de la basílica menor y de restaurar las cabezas de los ángeles que decoran la fachada y sus torres.
Caracas Inaccesible en el Ateneo del Hatillo
El pasado 18 de junio, Caracas Inaccesible inauguró una pequeña muestra fotográfica en el Ateneo de El Hatillo.
Cascada de luz en Milla de Oro
Alejandro Otero, un pedacito en La Estancia
Una de las mariposas del Abra Solar se encuentra en La Estancia. Alejandro Otero presentó esta estructura, compuesta por más de treinta módulos, en la XL Bienal de Venecia hacia el año 1982. Un año más tarde la pieza completa sería instalada en los alrededores de Plaza Venezuela. Fue nuestra primera parada en el emotivo recorrido Tuqui-Tá de Navidad con las chicas de Urbanimia.
El Libertador y su patio de granados
El patio de granados era considerado en la época colonial un espacio especial en las viviendas elitescas, se le atribuía buena suerte y alcurnia. El escritor tachirense Manuel Felipe Rugeles en su poema Este Niño Don Simón hace mención a este lugar en sus versos: «Este niño Simón Bolívar / tocaba alegre el tambor / en un patio de granados / que siempre estaba en flor».
Bello Monte: concha acústica vestigio de Modernismo
Cruz-Diez le da color a sector empresarial de Los Palos Grandes
Museo Sacro, antiguo cementerio de la Catedral
Hoy en día lo que funciona como el Museo Sacro fue, en el siglo XVII, el cementerio de la Catedral de Caracas. Cuenta el cronista Arístides Rojas que las fiestas fúnebres en Caracas (u octavarios, como también se los conocía) eran un fiestón, donde hasta las patas de los pavos eran decoradas con lazos negros.
Catedral de Caracas, sobreviviente de varios terremotos
Hotel Majestic, un recuerdo de pocos
Hotel Majestic. Su nombre evoca en algunas generaciones recuerdos y momentos sumamente gratos, que hablan de la bonanza y el lujo de la Caracas de la década de los 30. Aledaño al Teatro Municipal, se encontraba justo frente a la Plaza de San Pablo y fue lugar de hospedaje para todas las celebridades que actuaban en el escenario del antes llamado Teatro Guzmán Blanco.
Las obras del Centro Simón Bolívar, hacia el año 1949, hicieron necesaria su demolición pero los recuerdos aún persisten en la memoria de algunos caraqueños. Fue en este hotel donde se hospedó Carlos Gardel en su visita a Caracas, en el año 1935; fue en este hotel donde el poeta venezolano Aquiles Nazoa trabajó como botones durante un par de años y fue en el Majestic donde el maestro Aldemaro Romero tocó el piano, hacia la década de los cuarenta.
Lo único que parece quedar del Majestic son los nostálgicos recuerdos de una Caracas que sólo pervive en las letras de los cronistas y una lámpara, que se exhibe en las instalaciones del Hotel Alba Caracas.