Bienvenidos a Caracas, a la de ayer, a la de hoy, a la que tenemos como la odalisca a los pies del sultán, y la que sobrevivirá con el paso de los años a través de su esencia, su cotidianidad, su cultura y su gente.
Inaccesible, como un momento que ya pasó, como las fotografías ya tomadas y las historias ya escritas, pero inmortalizada en el arte y grabada en la perspectiva de cada ciudadano, según sus propias experiencias.
Esta es nuestra versión de Caracas, la que hasta ahora hemos vivido. La de mañana, aún no la conocemos.