Hotel Majestic. Su nombre evoca en algunas generaciones recuerdos y momentos sumamente gratos, que hablan de la bonanza y el lujo de la Caracas de la década de los 30. Aledaño al Teatro Municipal, se encontraba justo frente a la Plaza de San Pablo y fue lugar de hospedaje para todas las celebridades que actuaban en el escenario del antes llamado Teatro Guzmán Blanco.
Las obras del Centro Simón Bolívar, hacia el año 1949, hicieron necesaria su demolición pero los recuerdos aún persisten en la memoria de algunos caraqueños. Fue en este hotel donde se hospedó Carlos Gardel en su visita a Caracas, en el año 1935; fue en este hotel donde el poeta venezolano Aquiles Nazoa trabajó como botones durante un par de años y fue en el Majestic donde el maestro Aldemaro Romero tocó el piano, hacia la década de los cuarenta.
Lo único que parece quedar del Majestic son los nostálgicos recuerdos de una Caracas que sólo pervive en las letras de los cronistas y una lámpara, que se exhibe en las instalaciones del Hotel Alba Caracas.