Angela Leon Cervera
Caracas. Cuatro gotas de lluvia que, como los cuatro jinetes del Apocalipsis, caen sobre la ciudad y la refrescan, anunciando la llegada del caos. Nubes de motorizados amontonadas bajo los puentes, tratando de evitar empaparse con el aguacero.
Vías bloqueadas por grandes lagunas que se escurren despacio por los escasos sistemas de drenaje colapsados. Mareas de carros que, entre los retrovisores y parabrisas salpicados, describen con sus luces rojas un lienzo titulado Tráfico con matices Impresionistas.
Descripción absolutamente poética de una condición atmosférica y natural de este mes de mayo, que más allá de la prosa de esta humilde crónica, nos arranca sinceramente a más de uno una genuina MENTADA DE MADRE en mayúsculas sostenidas que proviene del eco de nuestras gargantas.
Sí; hoy también llovió desde temprano.